Los regantes del Guadalope dan por finalizada la emergencia por sequía que se decretó antes del verano. Las lluvias de la última semana y el bombeo desde el pantano de Calanda han contribuido a mejorar considerablemente la situación en esta zona de la provincia.
La Confederación Hidrográfica del Ebro ha conseguido desviar 0,39 hectómetros cúbicos de agua desde el pozo Masía Nueva 2 al embalse de Calanda. Se trata del 86% de la cantidad prevista inicialmente, debido a una avería en uno de los grupos electrógenos que obligó a paralizar el bombeo.
Pero a esto hay que sumar los 37 litros por metro cuadrado de precipitación que se han recogido en la cuenca del Guadalope en tan solo tres días que, según el presidente de los regantes, José Fernando Murria, han hecho un riego y han salvado la temporada.