El ayuntamiento de Teruel resolverá el problema de las balsas de Concud por las buenas o por las malas. Los vecinos de este barrio pedáneo se reunieron ayer con la alcaldesa de la capital para pedirle que cumpla con el decreto de cierre de las balsas a las que la empresa Jamones Albarracín filtra sus vertidos contaminando el agua del municipio.
La alcaldesa aseguró que su intención es acabar con los malos olores que padecen los vecinos lo antes posible, mientas que desde la empresa aseguran que están trabajando desde el minuto para encontrar una solución definitiva.