Albalate del Arzobispo e Híjar, en la comarca del bajo Martín, y Oliete, en Andorra Sierra de Arcos ya pueden beber agua del grifo, tras mes y medio en el que el arrastre de las tormentas registradas en la zona generara turbidez en el agua del pantano de Cueva Foradada.
Los últimos resultados muestran que los parámetros ya permiten el consumo, mientras que en Ariño sigue la limitación por alto valor de nitratos y en Urrea de Gaén, Castelnou, Samper de Calanda, Jatiel y La Puebla de Híjar habrá que seguir esperando .