Acoger partidos del mundial de fútbol de 2030 sería viable económicamente y dejaría un impacto en la ciudad de más de 300 millones de euros. La alcaldesa, Natalia Chueca, se muestra cauta a la espera de que Zaragoza sea confirmada como sede la semana que viene, pero valora que el objetivo “está cada vez más cerca”.
Por otro lado, el ex alcalde, Pedro Santisteve, apostó ayer por frenar las políticas reaccionarias tras recibir ayer la Medalla de Oro de la Ciudad, la máxima distinción del Ayuntamiento.