Adentrarse en el origen del dinero es adentrarse en el origen de las relaciones sociales. Ya desde el neolítico existía el dinero, no entendido cómo ahora con monedas, valor e inflación, pero si transacciones con elementos a los que se les atribuía un valor. Precisamente para comprender la importancia que el dinero ha jugado en la civilización, el economista, ingeniero industrial y analista financiero, Ignacio Moncada, ha escrito “La Odisea del Dinero”.
Hubo que esperar un poco más a que se comenzara a acuñar las monedas. Pero llega un momento en la historia, que llega en el Imperio Romano, en el que se descubre el lado negativo que tienen las monedas. Éstas están selladas por una autoridad que garantiza el metal que contiene, ahí surgió la tentación de poner menos metal acuñando la misma cantidad.
Moncada explica que si el dinero hubiera funcionado bien, la historia hubiera sido muy aburrida. De hecho, desde la época de Augusto hasta Marco Aurelio, el denario tuvo muy buena salud, la pérdida de metal era prácticamente cero y la economía fue muy estable. Algo que no funcionó así en los dos últimos siglos del Imperio en los que la moneda bajó tanto que la economía quedó reducida al autocismo y a siervos sirviendo a señores en una granja, lo que fue el origen del feudalismo.
Para Ignacio Moncada, la moraleja de “La Odisea del Dinero” es que un dinero que se corrompe y que no es capaz de mantener un valor estable a lo largo del tiempo es un dinero que destroza una economía y de esa manera las civilizaciones también sufren y se destruyen.