La última novela del escritor aragonés Manuel Vilas es un libro de autobiográfico, una obra con retazos de sentimientos, de momentos especiales, de recuerdos como las minas de sal, de viajes de la infancia, de nombres, películas y música. Un carrusel de emociones y de fotografías literarias que forman “El mejor libro del mundo”.
En el relato, Manuel Vilas escribe que “morirá sin haber escrito el mejor libro del mundo, un libro que le dé sentido a toda la humanidad” porque no existe. Asegura que su deseo sería escribir un libro que mejorara la vida de todo el mundo, pero eso es una utopía. En esta publicación nos vamos a encontrar un libro con mucho sentimiento amoroso, amor por la vida, a pesar de que hay páginas dolorosas.
Esa novela, como explica Vilas, es un libro sobre la vida en el que hay sentimiento porque “lo más importante de un libro es que conmueva y emocione al lector. Para eso escribimos”. Entre sus páginas habla sin tapujos del mundo literario, de la política, de autoengaños que constantemente hacen que las personas se sientan bien, una franqueza sin límites.
lo más importante de un libro es que conmueva y emocione al lector. Para eso escribimos
El autor cuenta cómo este libro lo empezó a escribir cuando cumplió los 60 años porque tuvo una “crisis de certeza matemática” en la que se dio cuenta que había más pasado que futuro. A cuenta de esta premisa se dio cuenta que tenía que escribir un libro sobre aquellos temas en lo que la gente no quiere pensar, de ahí que se habla de la cercanía de la muerte y haya una revisión del pasado, de recuerdos y de sentimientos de toda su vida.
Pero no sólo eso, en las páginas de “El mejor libro del mundo” de Manuel Vilas hay muchas referencias a músicos, literatos, artistas, filósofos que le han marcado en su vida y que “me ayudaron a vivir”, al igual que múltiples frases célebres.
