Ser finalista o recibir el Premio Planeta es todo honor para cualquier escritor. En la edición de 2023, el joven escritor e historiador Alfonso Goizueta se convertía en finalista con su novela “La sangre del padre”, mientras que la periodista Sonsoles Ónega era la ganadora con “Las hijas de la criada”. Dos novelas que nos invitan, cada una en una época, a retrotraernos a la historia, uno a la época romana, la otra, a comienzos del siglo XX.
Ambos escritores recuerdan el momento de recoger el Premio como en una nube, con la impresión de que sucedieron muchas cosas, un puzle de sensaciones y momentos que van recordando conforme van hablando con quienes vivieron ese instante con ellos. después llega la promoción y dar a conocer las novelas, algo que para Alfonso Goizueta está siendo “huracanado”. Aunque hay algo en lo que coinciden en destacar y es el contacto con los lectores.
Las hijas de la criada
Sonsoles Ónega traslada al lector a comienzos del siglo XX en un relato histórico que trascurre en un siglo en el que se suceden tres guerras, dos mundiales y la civil española, la pandemia de la conocida como gripe española, naufragios y muchos avatares que llevaron a marcar el destino de muchas personas. Entre ellas, los personajes de “Las hijas de la criada”.
Galicia y Cuba son los escenarios protagonistas, dos lugares que para Ónega tienen mucho significado. Galicia porque es el lugar de acogida, al que acudir para buscar recogimiento y serenidad. Y Cuba, es un país por el que siente fascinación desde que estuvo en un viaje universitario y pudo comprobar cómo era su gente y la sociedad tan ecléctica en la que vivían.
En la sinopsis leemos: una noche de febrero de 1900, recién estrenado el siglo XX, en el pazo de Espíritu Santo llegan al mundo dos niñas, Clara y Catalina, cuyos destinos ya estaban escritos. Sin embargo, una venganza inesperada sacudirá para siempre sus vidas y las de todos los Valdés. Doña Inés, matriarca de la saga y fiel esposa de don Gustavo, deberá sobrevivir al desamor, al dolor del abandono y a las luchas de poder hasta convertir a su verdadera hija en heredera de todo un imperio, en una época en la que a las mujeres no se les permitía ser dueñas de sus vidas.
La sangre del padre
La novela de Alfonso Goizueta tiene un claro protagonista, Alejandro Magno. Un personaje sobre el que se ha escrito mucho y sobre el que Goizueta ha querido profundizar en su parte más humana. El escritor explica que su vida no debió ser sencilla, pertenecer a una familia con una madre controladora y un padre que le podía desheredar y apartar en el momento menos pensado.
Alfonso Goizueta es historiador de formación y tiene más o menos la edad que tenía Alejando Magno cuando conquistó oriente, lo que le ha hecho acercarse de una forma especial a este personaje y sobre el que cuenta su historia de superación y de madurez precipitada.
En la sinopsis leemos: después del asesinato de su padre, Alejandro asciende al trono de Macedonia. Acaba de heredar no solo el título, sino también el deber de salir victorioso en la misión que le reclama su pueblo: arrebatar a los persas las tierras que una vez fueron griegas y devolverles la libertad. No se detiene ahí, quiere conquistar Babilonia, Persépolis y todas las ciudades en su camino hacia el este, hasta vencer al último rey aqueménida, el temible Darío, y acabar con el Imperio persa para siempre.