“En el Transiberiano. Una historia personal del tren que forjó un imperio” es el título del libro en el que Sara Gutiérrez y Eva Orúe relatan un viaje que les cambió la vida en 1994. Una médica y una periodista cogieron sus mochilas y se adentraron en esta aventura en un momento en el que cultural, social y económicamente hablando, eran muy diferentes al de hoy en día.
Sara Gutiérrez cuenta cómo este viaje surgió con un doble objetivo, por un lado para que Eva Orúe, corresponsal en aquel momento de Onda Cero en Rusia, conociera un poco más el país, además de la capital, y, por otro lado, supuso una prueba para saber si una relación que estaba surgiendo podía tener futuro.
Y si lo tuvo porque 30 años después, continúan compartiendo viaje. Fue un viaje de vida porque en esa aventura, Sara descubrió que vivir la vida es lo más importante y que en los años 90, compaginar su profesión y vivir con una mujer no era posible, así que decidió dejar su carrera de oftalmología que le había llevado a Rusia.
Eva Orúe, explica que el viaje que emprendieron con tan sólo un billete de ida al primer destino, a la primera ciudad, fue en un momento histórico que no se ha repetido. Eran los años 90, habían pasado dos años y medio de la disolución de la Unión Soviética, la época de Boris Yeltsin y, a pesar de ser una Rusia que “se caía a pedazos”, había ganas de empezar a avanzar, se tenía la idea de que todo era posible y había esperanza. Asegura Orúe que “era un país extremadamente libre”, aunque algunos decían que era libertinaje.
Sara y Eva quisieron realizar el mismo trayecto del Transiberiano desde Moscú hasta Vladivostok en 2022, pero en ese momento Rusia invadió Ucrania y consideraron que no era el momento. Y ahora, piensan que fue la mejor opción porque de esta manera, ese viaje ha quedado encapsulado en el tiempo con todo lo que significa de vivencias personales y momentos históricos.