El Real Zaragoza tuvo que esperar hasta los últimos minutos del mercado de invierno para incorporar a su último fichaje, Bebé, el jugador portugués llega procedente del Rayo Vallecano, donde Iraola ya no le daba los minutos suficientes para jugar en la máxima categoría del fútbol español.
Bebé es un especialista en lanzamientos desde larga distancia, donde ha conseguido goles espectaculares dada su fuerza en el lanzamiento y de ello se quiere aprovechar su equipo. Será bienvenido ya que el Zaragoza en este momento, entre otras muchas carencias, tampoco tiene un lanzador nato de estas distancias.
Los que ya somos mayores en esto del fútbol y hemos visto de todo en el Real Zaragoza, no podemos incluso alegrarnos de que al fin venga un especialista por estos lares, los que hemos convivido con campeones del Mundo, Brheme, Valdano o Cafú, este no era ni titular en ese Real Zaragoza, donde un chaval de la cantera era el que jugaba por la derecha, Alberto Belsué.
Los que hemos visto jugar a Arrúa, a los zaraguayos, a la quinta de Paris, Pardeza, Aragón, Esnaider o Poyet. A los que hemos visto antes a Señor o Barbas, sin olvidarnos de Chilavert o Milosevic, Morientes, los hermanos Milito o el propio Villa. A Piqué todavía sin la loba.
Tiempo de esperanza
Ahora la afición de La Romareda, harta de los diez años en Segunda, de los que han dirigido el equipo en estos diez años, de los horarios que tienen que aguantar, a Tebas cada vez que abre la boca para hablar del Zaragoza, a pesar de todo es lo único que queda, los aficionados que van en buen número cada encuentro a animar a los suyos un partido si y otro también, muchos de ellos ahora mismo, dado los jóvenes que son no han visto al equipo en Primera y este año creo que habrá que esperar otro más.
De momento van a ilusionarse con Bebé, es la única esperanza que les queda y no tenerlo que ver cuando haya crecido.
