Ha llegado el día señalado por todos, en otras regiones viven su día más esperado, y en Aragón todos esperan las fecha señalada y la hora para que el balón comience a rodar a las cuatro y cuarto de la tarde. el de este año llega en un momento muy igualado como se puede ver, por la diferencia que se paran ambos clubs en la tabla, solo dos puntos les separan y si gana el Zaragoza, le adelantará. Llegan después de ganar de manera clara unos, el equipo visitantes, y de empatar en Santander el local. Pero es cierto que el Huesca hasta ahora ha demostrado su fortaleza en su propio estadio, y es donde juegan.
Se parecen mucho los dos equipos en su juego también, ambos tienen porteros muy fiables, que fallan pocas veces, la línea defensiva es férrea, donde dominan en ambos casos en la zona central, donde Pulido y Jair son los que llevan el peso en estas zona del terreno de juego, aunque el del equipo oscense destaca por su capacidad goleadora. En el centro del campo sería difícil destacar la diferencia entre una escuadra y otro, escasea la calidad, ponen en ambos la dureza del mismo. En ataque Simeone marca las diferencia, por su lucha entrega y facilidad goleadora, respecto a un Kante que en la última jornada vio gol.
En los banquillos, Ziganda se sienta en el del Huesca y Escribá en el Zaragoza, dos entrenadores expertos y veteranos con miles de batallas a sus espaldas, pero sin conocer lo que significa un partido de rivalidad aragonesa, pero sí que son conscientes, de que los aficionados van a ser exigentes con ellos y su forma de actuar y teniendo a miles de personas que quieren ganar este encuentro. Lo más importante será que reine la deportividad, tanto en el terreno de juego y en la grada. Que cada uno de ellos animen a su equipo, conscientes que deben hacerlo sin desfallecer para conseguir lo que quieren La victoria.