Gaizka Larrazabal acumuló muchos minutos en segunda división durante la temporada pasada y regresó con la veteranía suficiente para intentar darle al equipo zaragozano lo que necesita, por banda derecha una carencia importante en el equipo.
Larrazabal lleva el fútbol en la sangre, ya que su padre fue un importante jugador del Athletic de Bilbao, donde triunfo como lateral izquierdo, pero como le ha comentado Rafael Feliz, en su casa se habla poco de fútbol, aunque piensa llegar más lejos que él. Quiere triunfar en Zaragoza, donde está encantado con la ciudad y con su gente donde siempre es tratado con respeto y cariño.
Gaizka quiere devolver a la gente ese cariño que le dan por la calle con un ascenso, que será histórico para la ciudad y para su particular palmarés, habla de lo difícil que fue la temporada de la pandemia, y sobre todo lo raro que era jugar con la grada vacía si escuchar el ánimo de los aficionados, y más en Zaragoza donde considera que es una de las mejores de España, ya que se vuelca con el equipo a pesar de los años que lleva jugando en Segunda División.