La dinámica de la Sociedad Deportiva Huesca ya sorprende a pocos. Es así porque un equipo puede tener una buena racha de un mes, prácticamente todos la tienen a lo largo de una temporada en el fútbol profesional, pero cuando ya son alrededor de tres meses con la misma sintonía ya deja de ser una mera casualidad para convertirse en causalidad. Y Antonio Hidalgo está llenando de optimismo, ilusión y razones a la afición altoaragonesa para poder soñar con todo.
A lo largo de los doce choques consecutivos en los que el Huesca no conoce la derrota ha logrado sumar ocho victorias y cuatro empates para un total de 28 puntos sobre 36 posibles. Y en caso de haber vencido al Granada, algo que tuvo en la mano con superioridad numérica y en el marcador, sería líder de LaLiga Hypermotion. En este tramo, además, sólo ha encajado 5 dianas, lo que demuestra claramente que una de las principales fortalezas de este equipo es conseguir ser una roca atrás.
Los altoaragoneses, de hecho, forman junto al Mirandés la dupla de equipos menos goleados de la categoría, con 22 tantos en 27 encuentros, sólo superados por un Elche al alza que ha recibido 20. Esta fortaleza atrás es una rutina desde que Antonio Hidalgo aterrizara en el banquillo oscense, pero esta temporada se ha sumado una faceta que impedía hasta ahora estar más arriba al equipo.
Es la del acierto en área contraria, ya que el Huesca también está entre los equipos que más anotan, con 38 goles. Aquí sí le superan más escuadras como Racing, Almería, Cádiz o Levante, pero todos ellos rentabilizan peor sus goles que los oscenses.
Con estos ingredientes, y con los aragoneses siendo el cuarto local y segundo visitante mejor de la categoría, quedan todavía 15 partidos, 45 puntos, para dirimir hasta dónde serán capaces de llegar. El listón de llegar a los 50 puntos queda ya muy bajo e Hidalgo quiere seguir cargando de motivos a la afición para que continúe soñando con lo máximo.
