Hace 77 años, el 27 de enero de 1945, las tropas soviéticas entraron en el campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau. Desde su apertura en 1940 se deportaron en torno a un 1.300.000 personas, de las que un 1.100.000 murieron. Se calcula que hasta 5.000 personas al día entre las cámaras de gas y hornos crematorios
Auschwitz fue uno de los siete campos de concentración que los nazis abrieron en diferentes ubicaciones a los que llegaban hacinados en vagones de transporte de ganado. Se calcula que, durante el Holocausto, murieron más de seis millones de hombres, mujeres y niños judíos, pero también prisioneros de guerra, gitanos, homosexuales, prostitutas o simplemente personas que estaban en el lugar y el momento equivocado.
Las Naciones Unidas acordaron que ese día, el 27 de enero, el día de la liberación se recordara como el Día de la Memoria de las Víctimas del Holocausto. Un día para recordar los crímenes que se cometieron por una sinrazón y que continúan cometiéndose por ideologías de odio. Hubo personas, entre ellos aragoneses como Ángel Sanz Briz que ayudaron a huir a miles de personas de esta barbarie dándoles una segunda oportunidad de vivir.