La Guardia Civil realizó el año pasado 534 rescates en montaña, algo menos que en 2022, y auxilió a 774 personas, un 4% más que en el ejercicio anterior. De ellas, 17 perdieron la vida (una más que el año pasado), 393 resultaron heridas y 364 ilesas.
La mayoría de los accidentes corresponden a senderistas, que sufrieron tropiezos o caídas, y barranquistas. Con el 84’4% de las intervenciones, el Pirineo sigue siendo la zona con más actuaciones, seguido de la Sierra de Guara, siendo los grupos de Boltaña y Benasque los que más intervinieron.
El perfil de la persona rescatada tanto durante el verano como durante el invierno se corresponde con un hombre de entre 41 y 50 años y que no estaba federado en el momento del accidente. Un 23% de los accidentados proceden de Aragón, un 17% de Cataluña, un 10% fueron de origen extranjero y un 6% del País Vasco. El General Jefe de la 8ª Zona de la Guardia Civil de Aragón, Francisco Javier Almiñana, señalaba entre las causas más frecuentes el no estar suficientemente preparados para realizar la actividad o no llevar el material adecuado.
El delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, recordaba que nadie está libre de sufrir un accidente en la montaña e insistía en la importancia de seguir los consejos de seguridad.