El 26 de febrero de 1982, Paco Martínez Soria fallecía en Madrid de forma repentina, por una angina de pecho. Decía adió uno de los cómicos de mayor fama y respeto. Nació en Tarazona y como cuenta el periodista Javier Lafuente, autor de “El Don de la Risa”, se marchó a Barcelona cuando tenía cinco años, pero regresaba los veranos y llevó Tarazona en su memoria.
Paco Martínez Soria se casó y tuvo cuatro hijos y como recuerda Lafuente, comenzó tarde en el mundo de la interpretación, tenía 39 años, tuvo también una compañía teatral. Pero el éxito le llegó a través de películas como “La ciudad no es para mí” o “Vaya par de gemelos”, entre otras muchas. Fueron 35 las que rodó. Películas que a través de su humor blanco llegaban a todo el mundo.
Como otros actores y personajes, el Paco Martínez Soria que veíamos en la pantalla era diferente al de la vida real. Era un hombre recto al que le gustaba que todo se hiciera bien, que no se dijeran palabras malsonantes y que se vocalizara adecuadamente. Lafuente cuenta cómo podía incluso parecer algo antipático, pero siempre tuvo un gran respeto por el género de la comedia.