Cincuenta de ellos se encuentran en el centro de acogida de Utrillas y otros cuarenta en Cella, ambos gestionados por Cruz Roja Teruel. Su presidente, Antonio Soler, ha destacado en una entrevista a Onda Cero que "el proceso se está desarrollando según lo previsto y ya son varias las familias que han pasado a una segunda fase de acogida, que tienen un trabajo y están buscando una vivienda".
Cruz Roja también atiende a otros ochenta refugiados acogidos en Andorra a través de un convenio con Forestalia. Se trata de un contingente muy numeroso, por lo que además de los voluntarios que habitualmente colaboran con la organización "ha sido necesario ampliar la plantilla para poder prestar la atención especializada que necesitan, incorporando psicólogos, trabajadores sociales y otros profesionales".
Mientras tanto, el colectivo de ucranianos afincados en Teruel continúa son su labor de recoger ayuda humanitaria y enviarla a la zona en conflicto, aunque de una forma mucho más organizada que en los inicios de la invasión. Su portavoz, Tetiana Svyatetska, ha explicado que además "son muchos los que ya están volviendo a Ucrania con la esperanza de que la situación se vaya normalizando a finales de junio".