Un total de 2.771 refugiados ucranianos han solicitado la Protección Temporal en Aragón desde que comenzó la invasión rusa a su país. De ellos, 1.043 son menores y prácticamente todos están ya escolarizados. Las entidades sociales que participan en los programas de acogida han mantenido este martes una reunión de coordinación con la Delegación del Gobierno, donde han expuesto sus principales preocupaciones.
Reclaman mayor agilidad en los trámites administrativos y lamentan la escasez de viviendas disponibles en el medio rural. La responsable de Accem, Julia Ortega, ha explicado que alrededor del 60% de los ucranianos se están instalando en pueblos y muchos han accedido a empleos en hostelería, oficinas y centros logísticos. Sin embargo, tienen dificultades para encontrar un alojamiento permanente.
"El mundo rural es más hospitalario, con vecinos de toda la vida que se ayudan; se pueden tejer nuevas redes sociales con mayor facilidad", afirma Ortega. "Sin embargo, toda la vivienda que hay suelen ser segundas residencias que no salen al mercado, y eso imposibilita el crecimiento de esos pueblos, aunque haya ofertas de trabajo y mano de obra disponible", señala.