Los ciudadanos españoles pasan una media de 6 horas y 54 minutos al día utilizando Internet. El avance de las tecnologías ha posibilitado este uso prolongado de lo digital en el que el teléfono móvil es la herramienta clave para el día a día. Este uso excesivo ha dado lugar a la aparición de la nomofobia, un acrónimo de "no-mobile-phone phobia".
Este uso exacerbado del teléfono y su consecuente dependencia afecta en su mayoría a la población joven al tratarse de nativos digitales familiarizados desde pequeños con estas herramientas. No obstante, la población adulta también nota los efectos del enganche al teléfono al no poder establecer en muchas ocasiones límites en los horarios de trabajo.
Desde el Colegio Profesional de Psicología de Aragón, Jesús Padilla, aconsejan establecer una serie de límites en el uso del internet y los dispositivos móviles para garantizar el descanso y el cuidado de una buena salud física y mental.
