La torre es el único testigo que queda de aquel episodio histórico, cuando en 1412 se acordó en Alcañiz el proceso para elegir en Caspe al futuro rey de la Corona de Aragón tras la muerte sin descendencia de Martín I el Humano. El templo gótico fue demolido en el siglo XVIII y sustituido por la iglesia barroca actual, por lo que su rehabilitación supone mucho más que la puesta en valor de un importante elemento patrimonial de Alcañiz. Su reapertura permitirá añadir un recurso turístico más a la rica oferta de la ciudad y mejorar el entorno de la plaza España. El alcalde de Alcañiz, Ignacio Urquizu, ha explicado que las obras, ejecutadas en la anterior legislatura, fueron financiadas por el Ministerio de Fomento con 790.000 euros, justificando así la presencia del ministro.