Es la eterna batalla con los niños. Parecen no tener frío nunca, y se resisten a llevar bufandas y gorros. La presidenta de la Asociación de Pediatras de Atención Primaria, Elena Javierre, afirma que los niños parecen tener un 'termostato' diferente al de los adultos y no perciben del mismo modo el frío.
La doctora Javierre cree que es un error abrigarlos en exceso y pide sentido común. Recuerda que demasiadas capas puede hacerles sudar, y al desprenderse de ropa pueden llegar los problemas. Eso sí, no es el frío en sí mismo lo que va a provocar una infección respiratoria, sino los virus, que se encuentran en su estado ideal en ambientes con bajas temperaturas, pero nadie coge una gripe por pasar algo de frío.
Más delicado y difícil es acertar con los bebés, que no son capaces de expresar sus sensaciones. En este caso, la pediatra pide sentido común: como mucho una capa más de la que nos vayamos a llevar nosotros. Recuerda que el exceso de capas de abrigo se relaciona con un 70% de los casos de muerte por asfixia.