Cáritas Diocesana de Huesca ha traído a la provincia el Proyecto Accede, una iniciativa con la que busca contribuir al acceso y ejercicio de derechos de las personas en situación de vulnerabilidad y exclusión, sobre todo en el mundo rural,mediante el desarrollo de sus capacidades y que comparte con otras 16 cáritas diocesanas de España. Íñigo Aramendi, responsable técnico del proyecto en la ciudad, explica que la asociación basa el proyecto en dos ejes: crear iniciativas para solucionar problemas del entorno y el establecimiento de puntos de acogida.
Cáritas está llevando a cabo uno de sus principales objetivos, el de potenciar su presencia y acción en la zona rural, para lo cual ha formado un equipo de trabajo de tres personas y grupos de voluntariado en Tardienta, Almudévar, El Temple, Gurrea de Gállego, Robres, Sariñena, Grañén y Lanaja.
En cada grupo se ha llevado a cabo un análisis para conocer y detectar qué situaciones y problemas sociales se viven en las localidades y así poner en marcha dos líneas de actuación. La primera ha sido la implantación de un punto de Acogida Parroquial, donde personal técnico y voluntario están disponibles para la escucha y la atención de las personas y familias que lo necesiten. Y, por otro lado, cada grupo está creando un plan de trabajo con el fin de presentar iniciativas que ayuden a solucionar los problemas detectados.
Cáritas ya ha realizado varias actividades para favorecer la creación y unión de los equipos, como talleres de cocina marroquí, manualidades, charlas y exposiciones sobre comercio justo y cooperación, mesas redondas y jornadas sobre el trabajo decente.