El Centro de Coordinación Operativa, el CECOP, integrado por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, del Gobierno aragonés, de la Agencia Estatal de Meteorología, la Confederación Hidrográfica del Ebro o la Unidad Militar de Emergencias analizan, minuto a minuto, la situación para coordinar las acciones necesarias para minimizar las afecciones de la riada.
La consejera de Presidencia, Mayte Pérez, ha asegurado que la peor parte vendrá por los aportes de los ríos navarros y no por los del Pirineo. Recuerda que los embalses de Yesa y Búbal tienen capacidad para laminar ese aumento de caudales. Por su parte, la responsable de Hidrología de la Confederación Hidrográfica del Ebro, María Luisa Moreno, ha señalado que, aunque existe incertidumbre, esta crecida extraordinaria superará a la de 2015.
Preocupación en los municipios ribereños
Los alcaldes de la ribera están muy pendientes de la evolución de esta crecida. Por ejemplo, en Novillas, se espera superar los niveles que marcan el límite de la crecida extraordinaria. El Ebro podría superar los siete metros de altura a su paso por la localidad debido al aumento de los caudales de afluentes navarros. El alcalde de esta localidad, Abel Vera, reconoce que es complicado poder tomar medidas para evitar daños y se muestra resignado ante el nuevo episodio de crecida.
El Ayuntamiento de Zaragoza ha activado el Plan Municipal de Emergencias en Nivel de alerta 1 por la avenida extraordinaria del Ebro y todos los efectivos de Bomberos, Unidad Verde, Policía Local, Infraestructuras o Acción Social están activos ante la previsión de que el pico de la crecida llegue el lunes y para afrontar los problemas derivados del aumento de caudales. El concejal de Bomberos, Alfonso Mendoza, ha pedido precaución a los zaragozanos. Las riberas están acotadas y se ha cerrado el Galacho de Juslibol.