A pesar del deterioro físico que arrastraba desde hace años, como consecuencia de sus problemas con las drogas y el alcohol, y del aspecto, aún más preocupante, que mostró hace unas pocas semanas, tras someterse a una delicada operación en la cabeza, el fallecimiento del astro argentino, Diego Armando Maradona, ha conmocionado no sólo al mundo del deporte, sino a todos los niveles de la sociedad, ya que su figura trascendía de lo meramente deportivo.
Luis Ignacio Fernández Irigoyen es uno de los cientos de argentinos que están viviendo desde Aragón, a través de medios de comunicación, redes sociales y conversaciones con familiares y amigos, una de las noticias que más impactantes para un país que vive el fútbol como una religión, y tiene en la figura de Maradona la imagen de un Dios al que veneran.
Luis Ignacio recuerda emocionado el histórico partido ante Inglaterra en el Mundial de México 86, donde Maradona abrió el marcador con el gol de la famosa 'mano de Dios' para, minutos después, meter uno de los considerados mejores goles de la historia.