Las obras de la autovía A-22, en el tramo que resta por finalizar entre Huesca y Siétamo, han obligado a modificar el trazado y el radar de Estrecho Quinto ha dejado de ser útil. Se instaló para disminuir el número de accidentes graves que se producían en este punto negro en siniestralidad viaria y ha sido uno de los más sancionadores del país. En lo que llevamos de 2022 este radar acumula 5.600 denuncias por exceso de velocidad que suelen darse entre las 8 y las 16 horas.
Una vez que esté terminado esa obra, la Dirección General de Tráfico determinará si se coloca en otra zona para reducir la siniestralidad. Cabe recordar que este radar fue el cuarto que más multas generó en España batiendo récord en 2017 con 33.834 denuncias.