A finales del marzo, se suscribió el compromiso del Gobierno de Aragón con el sector hostelero para poner en marcha un plan de ayudas directas de 50 millones. En ese acuerdo, no se plasmaba qué aportación tendrían los ayuntamientos, aunque el Gobierno de Aragón presumía que podría estar en el entorno del 20%. Sin embargo, los consistorios no habían sido consultados. No tardó en alzar la voz el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, que afeó la falta total de diálogo al ejecutivo de Javier Lambán.
Ante el silencio de la DGA, fue la consejera de Economía del Ayuntamiento, Carmen Herrarte, quien hizo un llamamiento al Gobierno de Aragón para sentarse a hablar de la participación municipal en el plan, así como de las cantidades procedentes de los fondos europeos que, a su juicio, deberían gestionar los ayuntamientos.
Tras el encuentro, sin acuerdo, entre Herrarte y el consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Carlos Pérez Anadón, los hosteleros son pesimistas sobre la agilidad del plan. El portavoz del sector del ocio nocturno, Alberto Campuzano, no cree que, a este ritmo, se empiecen a cobrar antes de fin de año y pone en duda, además, que el Gobierno de Aragón tenga capacidad para gestionar la avalancha de solicitudes que se avecina, que podrían superar las 12.000.