Los efectivos de búsqueda siguen rastreando el cauce del Ebro para encontrar a Karim, el niño de 13 años que el sábado se adentró en el río junto a un amigo, para bañarse. Tras suspenderse el rastreo ayer por la tarde por las peligrosas condiciones para los buceadores de bomberos, las tareas se han retomado a primera hora de la mañana.
Según el concejal de bomberos del Ayuntamiento, Alfonso Mendoza, los trabajos subacuáticos están siendo muy peligrosos, incluso para profesionales tan preparados como los buceadores de los bomberos. También se han incorporado a la búsqueda la Unidad de Drones, la Unidad Canina y Protección Civil, que recorren a pie las orillas.
Mientras tanto, la familia del pequeño vive estas horas angustiosas esperando noticias y recibiendo apoyo psicológico por parte de un equipo de profesionales del Ayuntamiento.