Conservación de películas, documentales y material cinematográfico que ayuda a conocer y preservar la historia a través de imágenes en movimiento. Desde hace 40 años, la filóloga y responsable del departamento de Archivo e Investigación de la Filmoteca de Zaragoza, Ana Marquesán, ha desarrollado estas tareas, no sólo de conservación sino también de difusión del patrimonio cinematográfico, lo que le ha merecido el Premio Nacional de Patrimonio Cinematográfico y Audiovisual.
Ana Marquesán, se mostraba muy contenta por este galardón, sobre todo por el trabajo “de base y escondido” que supone el que realiza desde que entró a formar parte de la Filmoteca de Zaragoza en 1989. Entidad a la que llegó después de haber sido educadora en clases de audiovisual y conocer a Agustín Sánchez Vida, quien le inculcó el gusanillo por todos los aspectos relacionados con el cine.
La última película que han restaurado es Gigantes y Cabezudos de Florián Rey, película de 1925. Marquesán asegura que fue muy emocionante trabajar en este proyecto y comprobar cómo los sistemas digitales ayudan a que no se pierdan obras como ésta. Precisamente, uno de los aspectos que más gusta a la filóloga es encontrar joyas y darles de nuevo la vida. Y no sólo documentos gráficos, también hay mucha labor de documentación.
El jurado ha destacado el impulso de "la creación y asentamiento de unas colecciones fílmicas y extrafílmicas de relevancia internacional", entre los que estaca en especial la recuperación del Archivo Tartaj.