El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible reabre mañana al tráfico la N-260 entre Congosto de Ventamillo y Campo. Con esa apertura se pondrá fin a los molestos cortes de tráfico que obligaban a turistas y a habitantes del valle a dar un gran rodeo que incrementaba en 50 minutos el tiempo de viaje.
Han sido cinco años de obras, especialmente complicadas en el tramo entre Campo y el congosto del Ventamillo. Un recorrido de 12 kilómetros en el que se ha invertido 75,7 millones de euros para ampliar la plataforma de 5,5 a 8 metros y mejorar las condiciones de circulación y la seguridad. Se han construido varios voladizos sobre el río, anclados en roca, para minimizar el impacto en las zonas que discurren junto al Ésera. De esta manera, se facilita el cruce de dos vehículos pesados o autobuses.
No obstante, la circulación todavía se verá condicionada unas semanas más. El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible advierte que en el tramo entre El Run y Campo la velocidad estará limitada a 40 km/h para poder finalizar una serie de trabajos "complementarios y puntuales". Y además, los dos nuevos túneles de 265 y 540 metros de longitud no se pondrán en servicio hasta dentro de unas semanas, una vez concluyan las pruebas de seguridad y de comprobación de sus instalaciones, relacionadas con el alumbrado y la señalización.