Desde la implantación del Ingreso Mínimo Vital, Aragón ha sido la comunidad que más ha recortado el presupuesto de las rentas mínimas de inserción complementarias, que reciben unas 34.000 personas. En concreto, la cuantía pasó de 48 millones en 2020 a menos de dos en 2023; una reducción del 96%.
Se perdieron casi 46 millones que no se aprovecharon para implantar proyectos de inclusión ni para reforzar políticas sociales como la dependencia. Estas cifras se desprenden de un informe de la Asociación Española de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Su coordinador en Aragón, Gustavo García, no entiende que, pese a los buenos datos de renta y empleo de la Comunidad, se reduzcan las partidas para combatir la pobreza y la exclusión social.
Aunque el número de beneficiarios ha aumentado un 3%, la cuantía de las rentas mínimas en Aragón es la más baja de España en relación con la renta media de los hogares.