El departamento de Sanidad espera contar con un nuevo mapa sanitario en febrero de 2025. Buscará el mayor consenso posible con sindicatos, colegios profesionales y partidos políticos. Con ese objetivo, este viernes en las Cortes, el consejero, José Luis Bancalero, ha mantenido un primer encuentro con los grupos parlamentarios para presentar datos recopilados sobre los que planificar el nuevo mapa.
El reto es mejorar y garantizar la asistencia en todo el territorio. El mapa actual data de 1984 y es necesario adecuarlo a la nueva realidad, teniendo en cuenta variables como las tarjetas sanitarias, la cronicidad o envejecimiento de los pacientes del territorio. Actualmente hay ocho zonas sanitarias en Aragón y se abren varias posibilidades. Agrupar algunas de ellas, crear – como en otros territorios – supra zonas de salud, o tener en cuenta las demarcaciones comarcales.
En Aragón hay zonas en las que un médico tiene asignadas 150 tarjetas sanitarias correspondientes a tres municipios. El consejero Bancalero descarta cerrar consultorios o disminuir la atención en la nueva planificación, aunque eso sí, es necesario analizar las necesidades de la población de algunos pueblos para evitar desplazamientos de médicos a puntos sin necesidades de asistencia. En este sentido, Bancalero destaca que, como sucede en las ciudades, la población rural debe pedir cita al médico para organizar bien la asistencia. En algunos lugares puede ser más eficaz trasladar personal de enfermería, si su población necesita cuidados o fisioterapia, complementando con atención médica por medios digitales.
Bancalero ha insistido en que su objetivo es lograr el mayor consenso posible en la actualización del mapa sanitario, que según ha recordado, organiza la asistencia de Atención Primaria pero también la hospitalaria y el transporte sanitario urgente. En quince días se mantendrá un nuevo encuentro para escuchar las propuestas de los partidos y el consejero se reunirá también próximamente con dos organizaciones sindicales.
Situación del acuerdo de Muface
Por otra parte, Bancalero ha cifrado en 150 millones de euros el coste de introducir en el sistema público aragonés a todos los mutualistas o personas actualmente con cobertura de Muface. Unos 100 correspondientes a la asistencia hospitalaria y Atención Primaria, y otros 50 al gasto farmacéutico. Estimación que se calcula debido al enquistamiento de la renovación del concierto. El acuerdo sigue en el aire por las bajas primas que el Gobierno ha ofrecido a las mutuas, que no están dispuestas a seguir en el concierto en esas condiciones.