Es el denominado Plan 700 que prevé rehabilitar viviendas de propiedad municipal, otros inmuebles que puedan utilizarse como casa o la construcción de vivienda públicas en suelo residencial. Por ejemplo, las ayudas del Gobierno aragonés serán de hasta 60.000 euros para rehabilitar viviendas en localidades de menos de 500 habitantes.
Esa subvención será de 55.000 euros en municipios de 500 a 1.000 vecinos y de 50.000 euros para localidades de 1.000 a 3.000 habitantes. Esas cifras podrían aumentarse entre un 5 o un 10% según el Índice Sintético de Desarrollo Territorial de cada pueblo. El municipio zaragozano de Belchite ha acogido la presentación de estas ayudas. Allí, el consejero de Fomento, Octavio López, ha señalado que esta iniciativa intenta frenar la despoblación.
El Departamento de Fomento y el de Despoblación aportarán al 50% los 52 millones de euros previstos hasta 2030. En la presentación de estas ayudas, el vicepresidente, Alejandro Nolasco, ha cargado contra el anterior Gobierno aragonés porque sólo impulsó 86 viviendas públicas en dos legislaturas. Tampoco ha ahorrado descalificativos contra el Ejecutivo Central por su nuevo mapa de transporte interurbano en autobús.
Para procurar un reparto más solidario y que las ayudas lleguen a un mayor número de beneficiarios, cada ayuntamiento podrá optar a un máximo de 500.000 euros para no más de 10 viviendas. Los ayuntamientos sí podrán acometer operaciones de mayor envergadura, pero el número de viviendas subvencionables no superará las 10.
