La tasa de incidencia en las dos últimas semanas se dispara hasta los 1.334 positivos por cada 100.000 habitantes. Son datos preocupantes, pero lo podrían ser más sin la vacuna. De hecho, si comparamos los datos con los de hace un año, la incidencia es un 21% mayor, pero hay un 70% menos de personas ingresadas en el hospital y un 64% menos en la UCI.
Por edades, la mayor incidencia se registra ahora en el grupo de 25 a 34 años. Ese tramo de edad, tiene más interacciones sociales y menor tasa de vacunación. En cambio, las estadísticas reflejan que el grupo con menos contagios es el de los mayores de 75 años. Aún así, en las residencias de mayores hay 65 brotes abiertos que afectan a 147 ancianos y 119 trabajadores.
De momento, el 13% de los casos detectados corresponden a la variante ómicron, frente al 87% de la delta. El investigador, Juan José Badiola, señala que la variante Ómicron puede ser hasta 70 veces más transmisible que la delta.
Ventilación y responsabilidad
Esta séptima ola de la pandemia en Aragón coincide con uno de los periodos del año con mayor interacción social. La tradicional cena de Nochebuena y la comida de Navidad pueden ser claves para la propagación del virus.
Además, se reúnen personas de distintas generaciones. Por eso, el físico de la Universidad de Zaragoza, Jesús Gómez Gardeñes, señala que la responsabilidad y la ventilación son imprescindibles para que el coronavirus no nos complique estas celebraciones.