La gerente del Banco de Sangre, Rosa Plantagenet-Whyte, recuerda que la sangre no sólo es necesaria en los quirófanos; también hay pacientes cuyos procesos pueden hacer necesario que, en algún momento, se les transfunda cierta cantidad de sangre, como ocurre con enfermos oncológicos durante sus tratamientos; de hecho, el pasado año aumentó la demanda de plaquetas para estos pacientes.
Los datos son positivos y Aragón es una comunidad autosuficiente, algo de lo que hay que felicitarse, pero no relajarse. El equilibrio es muy delicado y, por tanto, es imprescindible que el nivel de donaciones no decaiga para mantener esa buena situación, bien en la sede del Banco de Sangre o en cualquiera de sus unidades móviles.
El año pasado, la actividad de las unidades móviles generando 370 puntos de donación en diferentes municipio, centros educativos o empresas de todo Aragón, lo que supuso un aumento de su actividad un 3%. Además, 534 pacientes se han beneficiado del aumento de donaciones de tejido ocular y el osteotendinoso.
