El año 2019 ha sido positivo para el empleo, especialmente en la industria alimentaria, la administración pública y la construcción, pero Aragón aún no se ha recuperado de la crisis.
Según el balance de UGT, hay 40.000 puestos de trabajo menos que en 2007, se han reducido los contratos indefinidos y a tiempo completo, y casi la mitad de los trabajadores, aquellos que cobraban menos, han seguido perdiendo poder adquisitivo.
Pese a ello, el sindicato confía en que el nuevo Gobierno de España impulse medidas que corrijan esos desequilibrios.
El secretario general de UGT en Aragón, Daniel Alastuey, reivindica políticas que modernicen la industria, aprovechando los fondos europeos de transición energética y la digitalización. También exige derogar la reforma laboral que ha precarizado el empleo, y elevar el Salario Mínimo hasta el 60% del sueldo medio. Solo así, dice Alastuey, evitaremos que la crisis deteriore el empleo de toda una generación.
UGT advierte, además, de que tras la crisis, un 7% de la renta nacional se ha trasvasado desde los salarios de los trabajadores hacia los beneficios empresariales.
Alastuey señala que los accionistas cada vez exigen mayor remuneración, y las víctimas acaban siendo los empleados con rentas más bajas. Este fenómeno, que según el sindicato solo puede combatirse con políticas públicas, es el que está detrás de los tres ERE que se están negociando en Aragón, en Ibercaja, Opel y Schindler.