Alrededor de 3.000 personas son víctimas de explotación laboral en Aragón, según el informe que hoy ha presentado el sindicato UGT, coincidiendo con el Día Europeo contra la Trata de Seres Humanos. Los principales factores que conducen al trabajo forzoso son, por un lado, la pobreza y la exclusión social y, por otro, las dificultades de los extranjeros para regularizar su situación en nuestro país.
El responsable de Migraciones de UGT Aragón, Antonio Ranera, ha recordado que la explotación no se da en entornos oscuros o apartados, sino en cualquier barrio de nuestras ciudades. En los últimos tres años, se ha triplicado el número de víctimas que atiende el sindicato. Ranera ha explicado cuál es el perfil de esas víctima, que ha cambiado, ya que la explotación laboral se sigue feminizando, y afecta a mujeres de Sudamérica, que trabajan en el ámbito doméstico.
Más allá del ámbito laboral, desde UGT, la secretaria de Formación Pura Huerta, también han celebrado la decisión del Gobierno de España, que ha anunciado su intención de abolir la prostitución para acabar con la explotación sexual.