Riegos del Alto Aragón y Bardenas han sufrido recortes, aunque han podido garantizar los usos y demandas de los sistemas. En el último año, ha habido un 13% menos de precipitaciones que la media de los últimos 20 años.
Entre los meses de mayo a julio, esas precipitaciones son un 50% inferiores a la media de las dos últimas décadas. Además, la temprana fusión de la nieve no permitió aprovechar las aportaciones y las altas temperaturas han favorecido la evaporación. El jefe de Recursos de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Mario Carreras, señala que las últimas precipitaciones no han revertido la actual situación.