El proyecto surgió a raíz de la capitalidad de Teruel como sede de la economía social y la idea es desarrollar una serie de acciones hasta 2026 con el objetivo de conseguir que el mayor número de empresas posible deje de operar en el ámbito meramente mercantil para asumir los valores de trabajo cooperativo.
Para ello se han diseñado cuatro ámbitos de actuación diferentes: la coordinación con las administraciones, sensibilización, formación y el intercambio de experiencias con las empresas interesadas.
En Aragón hay más de 7500 empresas de economía social, un 8.5% del total, que generan más de 21.000 empleos directos y facturan alrededor de 3.300 millones de euros anuales.