El Pueblo Viejo de Belchite quedó congelado en el tiempo en 1964 cuando salió el último vecino del pueblo. Antes, durante la Guerra Civil, el 30% de sus edificios fueron dañados por los efectos de los bombardeos y, a pesar de que el General Francisco Franco aseguró en la plaza del pueblo que se les ayudaría a reconstruirlo, lo que se hizo fue crear un nuevo pueblo y decretar la prohibición de rehabilitación del viejo. Así fue abandonado, pero con la mirada siempre puesta en todo lo que se vivió y significo el Pueblo Viejo de Belchite.
Hasta el año 2013 se pudo pasear por sus calles, entrar en las casas que todavía quedaban en pie o escudriñar en las iglesias monumentales. Son muchas las personas que hasta entonces visitaron lo que quedaba de aquel Belchite que fue abandonado y todos lo hacían con respeto y civismo. Hace doce años se protegió con una valla y se abrió a las visitas guiadas, pero día a día, las estructuras de los edificios están sufriendo las inclemencias del tiempo y pueden sufrir un derrumbe inminente.
El Pueblo Viejo de Belchite tiene una gran riqueza patrimonial porque sus orígenes están en la época romana y en la Edad Media fue uno de los centros de producción agrícola más importante de la zona. Además, entre los edificios que se podían ver en el municipio destacan las iglesias de San Martín de Tours del siglo XV, el convento de San Agustín del siglo XVI, el Trujal, la torre mudéjar del Reloj que data del siglo XVI o las plazas, la Nueva y la Vieja con casas de estilo barroco y renacentistas.
Riqueza patrimonial y cultural ya que convivieron cristianos, musulmanes y judíos hasta el siglo XV.