Hacer clic en un artículo de comercio electrónico y recibirlo en casa, apenas 24 horas después, se ha convertido en algo tan normalizado en el día a día del consumidor que nadie valora el tremendo de desafío que supone para las empresas prever y organizar la actividad durante estas semanas de consumo masivo en el ecommerce. Sin embargo, estas empresas sí son conscientes de la importancia de reducir al máximo los plazos de envío para motivar al consumidor a efectuar una compra.
La directora de Zaragoza Logistic Center, Susana Val, explica que la campaña de este año va más allá de ediciones anteriores porque muchos comercios ya ha anuncian Black Week o, incluso, Black Month, ampliando el período de ofertas especiales a toda una semana o, incluso, a todo el mes de diciembre, por lo que el envío en 24-48 horas supone un enorme esfuerzo de trabajo y un gran despliegue de recursos para garantizar un buen aprovisionamiento.
Este año se han disparado las contrataciones de expertos en Inteligencia Artificial, encargados de anticiparse a los gustos de los consumidores, mediante el análisis de la ingente cantidad de datos que cada consumidor va dejando en forma de rastro digital o a través de encuestas y hábitos de consumo. Todo esto se planifica con mucha antelación, gestionando almacenes, contrataciones de personal, centros de distribución y, sobre todo, el transporte de última milla, el principal hándicap en la cadena de suministro, que obliga a suscribir numerosas colaboraciones con empresas y repartidores de implantación local.