La mujer que fue torturada tuvo que ser hospitalizada. El acusado y su novia la llevaron a un domicilio de la capital aragonesa donde le quemaron en varias partes del cuerpo. Se enfrenta a penas de entre 5 y 19 años de cárcel. Para evitar que los gritos de sufrimiento de la mujer pudieran alertar a los vecinos del inmueble, le taparon la boca con un jersey. Además, le golpearon en la cabeza y amenazaron con ahogarla. La mujer ayudó económicamente al acusado durante años, pero la situación cambió cuando dejó de pasarle el dinero. El procesado ha negado los hechos y señala que nunca coaccionó a la mujer.