El Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca ha atendido en 2023 a 372 personas y 180 familias entre los programas de atención de adicciones y SOS adolescentes para jóvenes en situaciones de crisis y riesgo de suicidio. En el ámbito educativo, se han realizado 254 acciones, llegando a 4.000 alumnos y 733 profesores y profesionales.
Las nuevas formas de consumo, la baja percepción de riesgo entre los jóvenes y la influencia de las nuevas tecnologías han creado un panorama complejo que requiere respuestas innovadoras y comprometidas. Por ello, desde el centro insisten en la necesidad de financiación para poder desarrollar este trabajo e incidir en la prevención.
Desde el Programa de Atención psicológica y terapéutica especializado en adicciones, se ha atendido a 237 pacientes, de los cuales 103 en el ámbito penitenciario y 134 en el comunitario, con problemas de adicción a sustancias y comportamentales. En este sentido, han reconocido un aumento considerable en el consumo de alcohol, donde se ha atendido a 169 personas, frente a las 42 del año 2022. Por ello, recuerdan los problemas que lleva asociados y piden que deje de normalizarse su consumo.
Este último año se ha ampliado el Programa de Prevención en el ámbito educativo y comunitario. Así, el Proyecto de Sos Adolescentes, que acompaña a adolescentes y jóvenes adultos de entre los 12 y los 29 años mediante la escucha activa y el refuerzo emocional, ha llegado a 135 personas, alcanzando 63 altas y 7 casos de riesgo de suicidio. Además, se han desarrollado 46 talleres en diferentes centros escolares.
A la atención directa se suman cada año campañas de prevención de alcohol y drogas y acciones de sensibilización para promover hábitos saludables. Además, se han desarrollado talleres y actividades enfocadas a la promoción y bienestar de la mujer y la crianza positiva. También para prevenir la violencia de género en algunas poblaciones rurales llegando a 190 personas.
