Desde el inicio de la pandemia se han impulsado más de 300 estudios sobre el Covid persistente. Una enfermedad nueva y multisistémica, derivada de la infección por el virus SARS-CoV-2, que afecta a unas 2.000 personas en Aragón, según estimaciones. La OMS calcula que el 10% de los contagios pueden derivar en Covid persistente.
Este viernes, a iniciativa de la Universidad San Jorge y la Asociación Long Covid, ha tenido lugar la primera jornada dedicada en exclusiva a esta enfermedad en Aragón. Allí se han conocido testimonios de personas afectadas, que arrastran problemas digestivos, respiratorios o neurológicos después de superar la infección. Hay descritos hasta 200 síntomas o efectos secundarios.
La mejora de la atención es uno de los retos, ya que los afectados, al requerir atención de distintos especialistas, tienen que ir “de un médico a otro”. La asociación Long Covid ha reivindicado desde sus inicios la apertura de unidades interdisciplinares en Aragón como las que existen en otros territorios para dar una atención global. Consideran un primer paso la apertura de una oficina monográfica antes de final de año - a la que miembros del departamento de Sanidad se han comprometido en la jornada - aunque recuerdan que estaba prevista para el primer semestre del año.
Así lo ha detallado una de las miembros de la asociación, Delphine Crespo, que también ha incidido en la necesidad de avanzar en el reconocimiento de la enfermedad a efectos de bajas o discapacidad. “Sólo el 15% de los afectados puede seguir en su trabajo con normalidad. El resto o está de baja o está trabajando con muchas dificultades, lo que en muchos casos acarrea al final despidos”, ha detallado. Por eso, ha insistido en la necesidad de que la enfermedad forme parte de las listas del INSS.