Según la concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Zaragoza, Carolina Andreu, se trata del proyecto de rehabilitación de vivienda municipal más ambicioso que ha impulsado el Ayuntamiento de Zaragoza hasta el momento. Se están mejorando las envolventes del edificio para dotarlo de un aislamiento térmico más eficaz, de forma que la demanda de calefacción disminuirá un 85%.
La renovación de los aislamientos del exterior, la sustitución de la carpintería por otra que reduce ruidos y escapes de calor térmicos, y los nuevos forjados de separación en la cubierta de los edificios, permitirán un ahorro de energía primaria no renovable de hasta un 64%, mejorando todos los indicadores de sostenibilidad. Esta rehabilitación, que ha permitido la creación de 40 puestos de trabajo, servirá, además, para comprobar, mediante un sistema de monitorización controlado por la Universidad de Zaragoza, qué aportación real representan estas actuaciones en esas 160 viviendas y compararlas con los datos de consumo previos a la rehabilitación.