Adentrarse en la Avenida de Navarra ha dejado de parecerse a entrar en una máquina del tiempo que devuelva a la Zaragoza de hace tres o cuatro décadas. El tramo entre Avenida Madrid y Paseo Calanda es ya un espacio moderno, donde predominan los espacios verdes y luce un nuevo mobiliario urbano.
La esperada reforma ha llevado 92 nuevos árboles y más de 4.000 especies de plantas y arbustos que ayudarán a reducir el efecto isla de calor. Se han instalado nuevas fuentes y 60 bancos, aunque no han llegado a tiempo para la inauguración los juegos infantiles, que estarán listos la próxima semana. En cuanto al tráfico, se ha reducido a dos el número de carriles por sentido y habilitado dos nuevos pasos de peatones. Se ha construido, además, un carril bici segregado de doble sentido.
El portavoz de la Asociación de Vecinos de la Avenida Navarra, Manuel Alonso, ha destacado la importancia de lo que no se ve a primera vista, como la renovación de casi dos kilómetros y medio de tuberías de saneamiento. Alonso ha confiado en que antes de final de año puedan iniciarse las obras de la segunda fase, que comprenderán el tramo entre Paseo Calanda y la Calle Rioja, cuyo proyecto está prácticamente finalizado.