Los vecinos de la Avenida de Navarra confían en que las esperadas obras, reclamadas durante décadas, permitan que deje de verse exclusivamente como una vía de entrada y salida de Zaragoza y se convierta en una zona con una movilidad menos dura en la que el peatón sea el protagonista.
En una primera reunión técnica en la que, además de la consejera Patricia Cavero, participaron técnicos municipales y representantes vecinales de Delicias y La Almozara, se plantearon las primeras intenciones sobre el diseño de esta reforma, marcada por una reducción de la calzada, pasando de tres a dos carriles de circulación por sentido para dejar más anchura en las aceras.
El representante vecinal Manuel Alonso, ha reclamado espacios verdes que humanicen la zona y favorezcan el trasiego peatonal, así como al bicicleta o el patinete. En este sentido apuestan por que el trazado del carril bici discurra por la mediana, para despejar la derecha de la calzada. Sin embargo, este tipo de detalles deberán ir tomando forma en los próximos meses, ya que las obras no empezarán antes de enero del 2022.