Los vecinos del número 19 de la calle San Francisco habían presentado un recurso contencioso administrativo oponiéndose al derribo parcial de las dos plantas superiores, que suponía un coste de 600.000 euros al que tenían que hacer frente entre los ocho propietarios de la comunidad.
Hace unos meses el consistorio emitió un informe de ejecución subsidiaria de derribo parcial, pero las intervenciones de los peritos en la vista celebrada ayer en el juzgado han confirmado que el deterioro del inmueble hace inviable su conservación.
La presidenta de la comunidad de vecinos, Patrizia Aldazábal, ha reconocido que el acuerdo planteado por el ayuntamiento "supone un alivio un año después del siniestro, ya que la incertidumbre es muy difícil de gestionar y ver cómo tu casa se va deteriorando con el paso de los meses no es nada agradable, por lo menos ahora descansaremos a nivel mental".