La FIFA ha concedido a España, Portugal y Marruecos la organización del Mundial de Fútbol de 2030 y ahora la incógnita es si Zaragoza logrará construir a tiempo un nuevo estadio para convertirse en una de las sedes de esa competición. El presidente del Gobierno aragonés, Jorge Azcón, ha comparecido este jueves ante el pleno de las Cortes, para reiterar su compromiso con el proyecto y pedir su apoyo a todos los grupos políticos.
Azcón no ha llegado a concretar la fórmula jurídica o económica que se plantea para la nueva Romareda, ni cuánto dinero podría aportar su Ejecutivo. Lo importante, dice, es que todas las administraciones se pongan de acuerdo, y busquen la colaboración privada, para no dejar pasar esta oportunidad que impactaría en Zaragoza con 335 millones de euros de inversión y hasta 6.500 empleos directos durante el Mundial.
El presidente ve necesario un consenso como el que se logró en la Expo de 2008 y confía en que la DPZ sea la próxima en sumarse. "Es la hora de la política. Y yo quiero anunciarles que este presidente y su Gobierno van a estar plenamente involucrados. Ya he trasladado ese apoyo a la alcaldesa y al Real Zaragoza. Estoy convencido de que otras instituciones, particularmente la Diputación de Zaragoza, debería asumir la corresponsabilidad. Confío en que así sea", ha señalado.
Derecha e izquierda se acusan mutuamente de los fracasos en la Romareda
El debate en el pleno de las Cortes ha servido para que, una vez más, la derecha y la izquierda se hayan culpado mutuamente de haber dinamitado todos los proyectos anteriores para una nueva Romareda. Para la etapa que ahora se abre, en la que será imprescindible la financiación pública, los populares han contado con el apoyo sin fisuras de sus socios de Vox y el PAR, e incluso la mano tendida, con matices, de Teruel Existe y Chunta Aragonesista.
El diputado del PAR, Albergo Izquierdo, ha reclamado también una aportación del Gobierno de España; mientras que el de Teruel Existe, Tomás Guitarte, quiere que también se apoye a otros clubes de Aragón, y el de Chunta, José Luis Soro, insiste en que nadie desea un nuevo estadio más que su partido. "Estamos completamente de acuerdo en que es la hora del consenso. Si esta vez por fin hacen las cosas bien, cuenten con Chunta Aragonesista, al menos para hablar", ha afirmado Soro.
Más críticos han sido el resto de grupos de la izquierda, que dudan de la viabilidad del proyecto, y acusan a Azcón de haber utilizado el proyecto de la Romareda con fines electoralistas, en lugar de buscar el interés general.
La portavoz socialista, Mayte Pérez, no entiende que ahora necesiten a la Diputación Provincial y cree que el PP ha hecho saltar por los aires los posibles consensos. "Usted ha venido hoy muy zen, pero no nos engaña. Solo quiere presentarse ante la sociedad como el bueno, y al resto como los malos, pero este es su fracaso personal y político, el primero de muchos que vendrán", ha asegurado Pérez.
El diputado de Podemos, Andoni Corrales, duda de que haya tiempo suficiente para impulsar una sociedad mixta, y el de Izquierda Unida, Álvaro Sanz, apuesta por una reforma más ajustada del estadio y cree que hay otras prioridades a las que destinar el dinero público.
El debate continuará en el Parlamento, porque el PP ya ha anunciado que registrarán nuevas iniciativas que obliguen a los grupos políticos a seguir posicionándose en esta materia.