El Gobierno aragonés quiere impulsar este año las inversiones prevista para culminar el plan de depuración en el Pirineo que asciende a 105 millones de euros. A lo largo de este ejercicio, quieren iniciar las obras de todas las infraestructuras previstas en las localidades de esa cordillera para que entren en servicio en 2027.
El presidente Azcón ha visitado la nueva depuradora de Sallent-Formigal que ha supuesto una inversión superior a los seis millones de euros. Después de años de espera, entró en funcionamiento en junio y permite depurar el equivalente a una población de 7.500 personas además de evitar el vertido al río Gállego de 250 toneladas anuales de fangos.
El Gobierno aragonés va a destinar este año 6 millones de euros para ayudar a los consistorio más pequeños a construir sus depuradoras. Dos para las localidades del Pirineo y 4 millones de euros para el resto del territorio. Con esta medida cumplen con una de las peticiones del territorio, que reivindicó que esas ayudas lleguen a toda la Comunidad Autónoma.