Los medidores de CO2 se han agotado en muchos establecimientos. No hay ningún elemento que permita medir la cantidad de aerosoles que podamos tener en una habitación o una sala, pero al conocer la concentración de CO2 podemos tener una idea. El investigador Javier Ballesteros explica que la cantidad de dióxido de carbono en ppm (partes por millón) no es indicativo, pero sí nos permite dar una pista de la ventilación de ese espacio.
Lo ideal es mantener una ventilación constante de una habitación para evitar que se concentren los aerosoles. Para ello lo ideal es mantener abiertas las ventanas. En el exterior, la concentración de CO2 ronda las 350-400 ppm. En un sitio cerrado serían tolerables hasta 1000 ppm, aunque lo recomendable sería entre 500 y 800. A partir de 2.000 ppm se podría considerar que la habitación no está correctamente ventilada