La plaza de la Catedral acogía en la noche del jueves 15 al viernes 16 de febrero, la primera de las escenas de las Bodas de Isabel de Segura: “las mujeres deshabitadas”, a la que siguió la procesión de las ánimas. El viernes tenía lugar la boda entre Isabel de Segura y Pedro de Azagra y habrá que esperar hasta el sábado para que llegue Diego de Marcilla, se entere de la boda de su amada, le pida el besa que ella le negará, la muerte de Diego y de Isabel y el funeral de ambos.
Un intenso fin de semana del que van a ser testigo miles de turolenses y visitantes que han hecho que la ocupación en Teruel esté cerca del 100%. Jesús Garcés, técnico de la Fundación Bodas de Isabel explica que van a ser en torno a 120 actores los que se suban a los diferentes escenarios en estos días en los que comparten espacio con un mercado con más de 230 puestos, además de haimas, un campamento militar y otro almogávar, zona infantil, espacio para exhibiciones de cetrería o la abadía de San Arnoldo de Ámbar.
Para Jesús Garcés, como para la mayoría de los turolenses, uno de los momentos más especiales es el del beso que nunca llegará a ser y el funeral. Son muchos los visitantes que recibe Teruel durante estos cuatro años, pero siempre hay cosas diferentes, en esta edición, algunas de las novedades que explica Garcés pasan por nuevas escenas, como la de “las mujeres deshabitadas”, que se recuperó de ediciones anteriores.
Las Bodas de Isabel de Segura están declaradas Fiesta de Interés Turístico de Aragón desde 2007 y de Interés Nacional desde 2016, ahora la apuesta es por conseguir el reconocimiento internacional. De hecho, su celebración se remonta a 1997.